Chateo con Vanoli desde mi oficina en la universidad donde trabajo. Le cuento que ya recuperé mis calzoncillos y estrené uno en mi baby date de la noche anterior. Que la persona a la que acordamos llamar Yamila me pidió ahora una muestra de sangre y no sé como hacer para conseguirla de una manera ortodoxa. Vanoli dice que va a prepararme un informe. Me comenta lo más relevante de Facebook e insiste en que invite a tomar una cerveza a una poeta de dreadlocks con la que viene chateando hace una semana. También me pasa el link a una recopilación de las fotos más significativas que colgó Mateo, el hijo de Mariela.
Del cuento Dos sables láser de Hernán Vanoli
Ver también:
[Federico Guzmán Rubio] [Javier González] [Diego Zúñiga]